El 20 de diciembre de 1973 no sólo saltó por los aires el coche del Presidente: también lo hizo todo el sistema político del Régimen. Mientras los etarras Argala, Atxulo y Kiskur permanecen escondidos dentro en un pequeño piso en Alcorcón, se producen las inevitables primeras consecuencias del atentado: Arias Navarro se convierte en el nuevo Presidente del Gobierno y con él regresa al poder el núcleo más duro del franquismo. El SECED (servicio secreto del Régimen) pone en marcha la 'Operación Lobo', que pasa por infiltrar al agente de los servicios de inteligencia Mikel Lejarza - conocido a partir de entonces como 'El Lobo'- en las filas de ETA para que escale posiciones mientras ETA planea nuevos atentados cada vez más sanguinarios. Y mientras tanto, se abren distintas líneas de investigación que tratan de esclarecer los oscuros detalles del atentado contra Carrero.